Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Alimentación consciente: volver a conectar con tu cuerpo y tu comida

Vivimos en una sociedad que nos empuja constantemente a ir rápido: comer frente al ordenador, picar algo de camino al trabajo o distraernos con el móvil mientras cenamos. En ese contexto, la alimentación consciente se presenta como una herramienta poderosa para reconectar con nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestras verdaderas necesidades.

¿Qué es la alimentación consciente?

La alimentación consciente, también conocida como mindful eating, es una forma de alimentarnos poniendo plena atención en la experiencia de comer. No se trata de seguir reglas estrictas, prohibir alimentos o contar calorías, sino de aprender a escuchar al cuerpo, estar presentes durante las comidas y tomar decisiones desde el autocuidado, no desde la culpa o la inercia.

Una forma muy útil de entenderla es a través de cuatro preguntas clave:


1. ¿Qué como?

Nos invita a observar qué tipo de alimentos estamos eligiendo. ¿Son opciones que realmente nos nutren y nos sientan bien? ¿O son elecciones automáticas, basadas en el estrés, la costumbre o la comodidad?

  • Ejemplo: si sueles recurrir a snacks ultraprocesados en la tarde, pregúntate: ¿lo hago por hambre real o por cansancio? ¿Cómo me siento después de comerlos?

Practicar atención: mira tu plato, reconoce los colores, los olores, la textura de los alimentos. Agradece lo que tienes delante antes de comenzar.


2. ¿Cuándo como?

Tiene que ver con la escucha de nuestras señales internas: ¿estoy comiendo porque realmente tengo hambre, o porque «toca», porque estoy aburrida o porque tengo ansiedad?

  • Ejemplo: muchas personas comen al llegar a casa aunque hayan merendado hace poco, simplemente por rutina o necesidad emocional.

Practicar atención: identifica tu nivel de hambre del 1 al 10 antes de comer. Espera unos minutos si no estás segura. El cuerpo sabe cuándo necesita energía.


3. ¿Cómo como?

Aquí hablamos de la forma en que comemos: ¿como rápido, sin masticar bien, frente a una pantalla o de pie en la cocina? ¿O me tomo un momento para mí, con calma, respetando los tiempos de mi cuerpo?

  • Ejemplo: si terminas un plato en cinco minutos y ni siquiera recuerdas el sabor, es probable que estés comiendo en piloto automático.

Practicar atención: baja el ritmo. Deja los cubiertos entre bocados, mastica bien, no tengas distracciones a tu alrededor, respira. Una comida no es solo combustible, también puede ser un espacio de disfrute y conexión contigo.


4. ¿Por qué como?

La pregunta más profunda. Nos invita a explorar la intención detrás del acto de comer: ¿estoy comiendo por hambre física, por aburrimiento, por tristeza, por nervios…? Reconocer esto no es para juzgarnos, sino para conocernos mejor.

  • Ejemplo: muchas veces comemos chocolate por la noche como forma de autoconsuelo tras un día estresante.

Practicar atención: antes de comer algo, pregúntate: ¿qué estoy necesitando realmente? Tal vez no sea comida, sino descanso, compañía, afecto o simplemente desconectar.


¿Cómo empiezo a practicar la alimentación consciente?

La clave está en observar sin juzgar, escuchar el cuerpo y reconectar con el momento presente. Aquí te comparto algunos pasos y señales para empezar:

 Aprende a identificar las señales de hambre y saciedad

  • Hambre física: aparece de forma gradual, sientes vacío en el estómago, puedes comer distintos alimentos.

  • Hambre emocional: surge de golpe, con antojos específicos, suele ir acompañada de malestar emocional.

 Puedes ayudarte con una escala del 1 al 10 para valorar tu hambre antes y después de comer, y así ir reconociendo tus patrones.


 Tips para practicar la alimentación consciente en tu día a día

  1. Haz una pausa antes de comer. Respira profundo, mira tu comida y hazte las 4 preguntas: ¿Qué como? ¿Cuándo como? ¿Cómo como? ¿Por qué como?

  2. Evita distracciones. Apaga la tele, deja el móvil. Intenta al menos una comida al día en silencio o en compañía consciente.

  3. Come despacio. Mastica bien, saborea cada bocado, escucha cuándo tu cuerpo te dice que ha tenido suficiente.

  4. Presta atención a cómo te sientes antes, durante y después de comer. Eso te dará información muy valiosa.

  5. No juzgues tus elecciones. La alimentación consciente no se trata de hacerlo «perfecto», sino de hacerlo presente y con amabilidad.

  6. Lleva un diario emocional de alimentación. Te ayudará a conectar patrones, emociones y decisiones.


Conclusión

La alimentación consciente no es una dieta. Es una práctica de autocuidado que te invita a reconectar con tu cuerpo y contigo misma. No se trata de hacerlo siempre perfecto, sino de empezar poco a poco a traer más presencia a tu relación con la comida. Y recuerda: cada comida es una nueva oportunidad para escucharte y cuidarte.

Reseñas de pacientes

Ainoha López
Paciente feliz

Mi experiencia con Claudia ha sido excelente. Es una profesional increíble, que desde el primer día se tomó el tiempo para escucharme, entender mis necesidades y adaptar cada recomendación a mi estilo de vida. Te hace sentir acompañado en todo momento, ayudándote a establecer una relación sana y equilibrada con la comida, sin presiones ni restricciones extremas.

Se nota que ama lo que hace y que tiene una verdadera vocación por mejorar la vida de sus pacientes. Gracias a ella, me siento mucho más en control y en paz con mi alimentación.

Gabriela Salazar
Paciente agradecida

Claudia es una excelente profesional, me ha ayudado muchísimo con mis problemas digestivos y siempre es muy atenta. Además tiene mucha flexibilidad con los horarios y si tienes algún inconveniente

Paula Perez
Paciente contenta

Claudia es una grandísima profesional. Me ha ayudado a cambiar mi alimentación por completo mediante menús súper ricos y formaciones en las sesiones acerca de los alimentos. Además de adaptarse muy bien a tus gustos y necesidades. Sin duda, me ha cambiado la forma de ver la comida gracias a ella!

Maria
Paciente feliz

Desde que sigo tus recomendaciones y hago tus recetas, he logrado calmar y manejar mejor la necesidad de dulces. Quedo satisfecha con postrecitos saludables y ricos

Johanna Aleman Sosa
Propietario | lorem ipsum

Los logros de quienes nos ponemos en sus manos es un claro resultado de su profesionalidad. Claudia, gracias por tu ayuda y el trato tan cercano.

Veronica Martel
Propietario | lorem ipsum

Claudia , aunque es una chica joven ha demostrado ser una gran profesional , que te escucha y estudia cada caso porque cada paciente es diferente , y así adapta a tus necesidades y patologías una dieta adecuada , consiguiendo los objetivos adecuados . Y ,sobre todo , me gusta que sigue formándose!! Se nota que le gusta lo que hace !!

Alvaro D.
Propietario | lorem ipsum

Es una auténtica profesional. Es capaz de adaptar correctamente los gustos del cliente con sus objetivos además de educarlo en el proceso brindándole herramientas de gran utilidad. Por otro lado, su carácter es bastante agradable y cercano, demostrando grandes habilidades para la comunicación con el cliente. Realmente te ayuda.

La chica de Nutri
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.