En los últimos años, las pruebas de intolerancias alimentarias se han popularizado como una solución rápida para identificar alimentos que podrían estar causando molestias digestivas. Se venden test que prometen detectar cientos de intolerancias con solo una muestra de sangre, saliva o incluso un mechón de cabello. Pero, ¿son realmente fiables?
Muchos de estos test comerciales se basan en la medición de anticuerpos IgG contra determinados alimentos. Sin embargo, la presencia de estos anticuerpos no indica una intolerancia, sino simplemente que el sistema inmunológico ha estado expuesto a esos alimentos. Es decir, que tu cuerpo los reconoce porque los has consumido anteriormente, lo cual es un proceso completamente normal y no implica que debas evitarlos.
Según diversas sociedades médicas y organismos de salud, como la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAACI), no existe evidencia científica que relacione la presencia de IgG con una intolerancia alimentaria real. Por lo tanto, estos test no son recomendados para diagnosticar intolerancias o alergias.
Si tienes síntomas digestivos recurrentes y sospechas de una intolerancia, es importante optar por pruebas validadas científicamente. Algunas de ellas son:
Si una prueba no está dentro de esta lista, lo más probable es que no tenga suficiente respaldo científico y no sea una herramienta fiable para diagnosticar intolerancias alimentarias.
Muchas personas eliminan alimentos creyendo que tienen una intolerancia cuando, en realidad, el problema puede tener otra causa. No todo se trata de intolerancias alimentarias.
En muchos casos, lo que parece una intolerancia podría ser una intolerancia secundaria, es decir, una reducción temporal de la tolerancia a ciertos alimentos debido a problemas subyacentes, como:
Por eso, antes de asumir que tienes múltiples intolerancias, es crucial evaluar la salud intestinal con un profesional y buscar la causa real de los síntomas.
Eliminar alimentos de manera arbitraria puede llevar a deficiencias nutricionales y desequilibrios en la microbiota intestinal. Muchas personas restringen innecesariamente su dieta basándose en test no validados, lo que puede generar más problemas de salud a largo plazo.
Si sospechas que ciertos alimentos te están causando molestias, lo ideal es llevar un registro de síntomas y acudir a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.
Los test comerciales de intolerancias alimentarias pueden parecer una solución rápida, pero carecen de validez científica. En su lugar, es fundamental realizar pruebas diagnósticas avaladas y, sobre todo, abordar la salud digestiva desde un enfoque integral.
Si estás experimentando molestias digestivas, en lugar de eliminar alimentos de tu dieta sin un criterio claro, consulta con un profesional que pueda ayudarte a encontrar la raíz del problema y mejorar tu calidad de vida de forma segura y efectiva.
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