Durante años, se ha creído que consumir carbohidratos por la noche favorece el aumento de grasa corporal. Este mito, basado en la idea de que no necesitamos energía mientras dormimos, ha llevado a muchas personas a restringir este macronutriente en la cena. Sin embargo, la evidencia científica nos muestra una realidad diferente.
Nuestro cuerpo no se detiene cuando dormimos. De hecho, sigue en plena actividad metabólica, llevando a cabo procesos de regeneración y recuperación. Estas funciones requieren energía, por lo que eliminar los carbohidratos en la noche no solo es innecesario, sino que podría afectar la calidad del descanso.
Investigaciones han demostrado que, al comenzar el sueño, el gasto energético disminuye aproximadamente un 35%. Sin embargo, este proceso no es lineal. Durante la fase REM, la tasa metabólica aumenta significativamente, lo que indica que nuestro cuerpo sigue utilizando energía de manera activa mientras dormimos.
No todos los carbohidratos son iguales. Para aprovechar sus beneficios nocturnos, es recomendable priorizar opciones de buena calidad, como:
El mito de que los carbohidratos nocturnos engordan carece de base científica. Incluir este macronutriente en la cena no solo es seguro, sino que puede mejorar la calidad del sueño, la recuperación muscular y el bienestar general. Como siempre, lo importante es elegir fuentes saludables y adaptarlas a nuestras necesidades individuales.
Descubre la verdad detrás de los mitos y sumérgete en contenido basado en ciencia.